La investigación por la explosión de la pipa de gas se centra en la velocidad y la responsabilidad de la empresa.
Las autoridades de la Ciudad de México intensifican la investigación de la explosión de la pipa de gas que ha dejado un saldo, al momento, de ocho personas fallecidas y más de 90 heridos.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, y otros funcionarios, indican que el exceso de velocidad es la principal línea de investigación, lo que sugiere negligencia del chofer.
Él fue identificado como Fernando Soto Munguía de 53 años y está hospitalizado en estado crítico con el 90% de su cuerpo quemado.
Las autoridades lo tienen custodiado y definirán su situación jurídica cuando su salud lo permita. Los posibles cargos que enfrentaría incluyen homicidio culposo, lesiones culposas y daño a la propiedad.
En cuanto a la empresa propietaria del vehículo, Transportadora Silza, filial de Grupo Tomza, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, ha revelado una información importante: la empresa no tenía un seguro vigente registrado ante la agencia al momento del accidente.
Esto contradice su comunicado, donde aseguró contar con tres pólizas de seguro activas para cubrir los daños a terceros, y por el manejo de gas LP.
La empresa ha prometido asumir su “responsabilidad legal” y ha activado sus protocolos de apoyo a las familias afectadas. Aunque nada puede reparar la pérdida de vidas humanas, ni los daños físicos o mentales que dejó la explosión.