Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó información sobre fecundidad y planificación familiar en jóvenes de entre 15 y 19 años, a partir de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2023.
En México residen 5.3 millones de mujeres adolescentes de entre 15 y 19 años, lo que equivale a 7.9 por ciento de la población femenina. De ellas, 34.8 por ciento ya había iniciado su vida sexual en 2023.
De las adolescentes que habían iniciado su vida sexual, 66.9 por ciento empleó un método anticonceptivo en su primera relación sexual, principalmente el condón masculino (92.2 por ciento). Le siguieron la anticoncepción de emergencia (4.0 por ciento) y métodos hormonales como pastillas, inyecciones o implantes (3.5 por ciento). En contraste, 28.7 por ciento no usó protección. Las principales razones fueron: no planeaban tener relaciones sexuales (34.9 por ciento) y desconocimiento de métodos anticonceptivos (16.0 por ciento).
Entre las adolescentes hablantes de lengua indígena, solo 26.6 por ciento utilizó algún método en su primera relación sexual, principalmente condón masculino (81.6 por ciento). En este grupo, una de las razones más frecuentes para no protegerse fue el deseo de embarazarse (26.2 por ciento).
En total, 60.2 por ciento de las adolescentes sexualmente activas usaban métodos anticonceptivos. En el caso de las hablantes de lengua indígena, el porcentaje bajó a 42 por ciento. Para el total, predominaron los métodos no hormonales como el condón y el dispositivo intrauterino (62.7 por ciento), mientras que en el grupo indígena se emplearon principalmente métodos hormonales.
La encuesta reportó que 10.4 por ciento de las adolescentes había estado embarazada al menos una vez en los últimos cinco años. En el caso de las hablantes de lengua indígena, el porcentaje se elevó a 20.1 por ciento.
Respecto a los embarazos, 51.4 por ciento de las jóvenes señaló haberlos deseado, 25 por ciento habría preferido esperar más tiempo y 23.3 por ciento no los deseaba en ese momento. Entre las adolescentes indígenas, 57.4 por ciento deseaba embarazarse.
La tasa específica de fecundidad en adolescentes fue de 45.2 nacimientos por cada mil mujeres, mientras que entre hablantes de lengua indígena alcanzó 90.3.
Por entidad federativa, las tasas más altas de fecundidad adolescente se registraron en Guerrero (82.1), Chiapas (78.6), Zacatecas (74.4) y Durango (71.5). Las más bajas correspondieron a Ciudad de México (19.2), Quintana Roo (39.1), Baja California Sur y Querétaro (39.4).