Hace dos años, cuando terminaba la festividad judía de Sucot, el grupo yihadista Hamás, organización considerada terrorista por los europeos, Estados Unidos y otros países, atacó por sorpresa en territorio israelí.
Los palestinos cruzaron la frontera entre Gaza e Israel, asaltaron comunidades del sur y lanzaron disparos, granadas y cohetes contra un festival de música en el desierto. El ataque mató a mil 219 personas, en su mayoría civiles, según cifras oficiales israelíes. Hamás tomo rehenes y los llevó a Gaza; 47 siguen cautivos, incluidos 25 que, según el Ejército israelí, ya fallecieron.
Donald Trump, armo un plan de paz con 20 puntos, que incluye el alto al fuego, cuando Hamás libere a todos los rehenes, depongan las armas y que abandonen Gaza. Las conversaciones indirectas comenzaron ayer en la ciudad turística egipcia de Sharm el Sheij, bajo estrictas medidas de seguridad.