Información Heidy Wagner
El domingo 14 de octubre de 1526 (hace 499 años) se llevó a cabo el primer casamiento religioso en la entonces Nueva España, de acuerdo con Fray Toribio de Benavente, más conocido como Motolinía, en su libro “Historia de los Indios de la Nueva España”, explica que se trató de un mancebo llamado Calixto, de Huejotzingo, en ceremonia privada.
Esta primera boda religiosa en la historia de nuestro país la protagonizaron un noble indígena de Texcoco, quien tomaría el nombre de Fernando Pimentel, y una mujer de Tlaxcala. Este matrimonio, celebrado en Texcoco, fue un evento significativo que marcó el inicio de la institucionalización del matrimonio católico entre indígenas en la Nueva España.
“El sacramento del matrimonio en esta tierra de Anáhuac o Nueva España, se comenzó en Texcoco. En el año de 1526, domingo 14 de octubre, se desposó pública y solemnemente don Hernando, hermano del señor de Texcoco”.
La crónica de Motolinía describe que a esa primera boda asistieron desde México Alonso de Ávila y Pedro Sánchez de Farfán, quien fue el esposo de la primera mujer española que llegó a México con Hernán Cortés y que se llamaba María Estrada. En la fiesta hubo vino, como en las Bodas de Caná, baile y gran comida.

También comparte, aunque con dificultades, entre otras cosas por el desconocimiento de los idiomas nativos, el sacramento fue penetrando en la cultura indígena. “Uno de los más serios problemas a los que se enfrentaron los primeros evangelizadores es que, antes de 1521, la poligamia era común entre los indígenas, y los frailes tuvieron que fungir como jueces para determinar cuál era la primera o legítima esposa, pero también crearon los mecanismos para la manutención de las concubinas y de los hijos”.
Sin embargo explica que para no errar ni quitar a ninguno su legítima mujer, y para no dar a nadie, en lugar de mujer manceba, había en cada parroquia quien conocía a todos los vecinos, y los que se querían desposar venían con todos sus parientes, y venían con todas sus mujeres, para que todas hablasen y alegasen en su favor, y el varón tomase la legítima mujer, y satisficiese a las otras, y les diese con qué se alimentasen y mantuviesen a los hijos que les quedaban.
Ahora bien, es importante contextualizar qué ocurría en nuestro país ese año. El 8 de mayo el emperador Carlos V otorgó a Hernán Cortés el título de Marqués del Valle de Oaxaca y capitán general de la Nueva España.
Se estaban consolidando los primeros pasos de la colonia, Hernán Cortés fue despojado de su cargo de gobernador y llegó un juicio de residencia contra él, que no se pudo llevar a cabo porque el juez murió. También se establecieron las primeras escuelas para enseñar a los indígenas y se inició la conquista de Yucatán.
Ese año en la región que hoy es Querétaro, se vivía la etapa inicial de la colonización española, marcada por el inicio del poblamiento por grupos otomíes que venían de otras zonas y la llegada de los primeros españoles. Se estaba en proceso de asentamiento de asentamientos coloniales y el inicio de la fusión cultural y la distribución de tierras entre españoles y pobladores locales.

En 1526, Querétaro estaba bajo la influencia de las religiones de sus habitantes originarios, como los otomíes y purépechas, y comenzaba a vivir la imposición de la religión católica tras la llegada de los españoles. En este año, los españoles que se radicaron en la región coincidieron con el proceso de evangelización, que implicó la construcción de templos cristianos sobre centros de culto indígenas, como se documentó para el futuro pueblo de Santiago de Querétaro.
Fue hasta tres años después, cuando inició la construcción de la Iglesia Chiquita en La Cañada, convirtiéndose en el primer templo católico en Querétaro. Se erigió bajo la supervisión de Juan Sánchez de Alanís, marcando el inicio de la evangelización en la región, en esta iglesia fue bautizado Conín, un comerciante otomí que ayudó a los españoles primero en el proceso de la conquista, y después en la labor de evangelización en la región de la cañada. Entre los elementos que destacan del templo, está su cruz atrial, que con claras influencias indígenas representa los símbolos de la Pasión de Cristo.

Ahora bien, la pregunta es: ¿Antes de 1529 cómo celebraban los casamientos los queretanos?, de acuerdo con investigaciones en archivos históricos y eclesiásticos, encontramos que antes de la construcción de templos, los queretanos, pertenecientes a las culturas prehispánicas como los otomíes y purépechas, celebraban sus uniones matrimoniales en ceremonias que se realizaban en espacios abiertos, como el hogar o lugares sagrados dentro de su comunidad, sin la necesidad de una estructura física como un templo. Las uniones de las tribus nómadas como los chichimecas, se realizaban de acuerdo a sus propias tradiciones y no estaban vinculadas a edificios religiosos.
Es decir, los matrimonios se celebraban según las costumbres de cada grupo étnico, dentro del seno de la comunidad o en espacios abiertos como el hogar. Las culturas que habitaron la región de Querétaro, como los otomíes y purépechas, tenían sus propias tradiciones matrimoniales y de uniones. Las ceremonias religiosas y las uniones de las tribus nómadas se celebraban al aire libre, en espacios naturales o donde se establecían sus campamentos, sin la necesidad de edificios religiosos, de tal suerte que con la llegada de los españoles con la religión católica trajo consigo la construcción de templos, pero en las épocas prehispánicas, las uniones se celebraban en espacios abiertos.