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300 años de la llegada de los jesuitas a Querétaro

Se cumplen 300 años de la llegada de los jesuitas a Querétaro

Información Heidy Wagner Laclette.

Los padres jesuitas llegaron a Querétaro en 1625, no solo a la ciudad, sino a toda la región. Específicamente, fue el 20 de junio de 1625, hace 300 años, cuando se hizo efectiva la autorización para que la Compañía de Jesús se estableciera allí, encabezados por el Padre Pedro Cabrera, fundaron el Colegio de San Ignacio de Loyola (actualmente parte de la Facultad de Filosofía de la UAQ), y su templo, que luego se convertiría en la Parroquia de Santiago Apóstol y el Colegio de Santa Cruz es una institución, fundada en 1682, fue clave para la formación de misioneros que luego evangelizaron la región.

Los jesuitas llegaron a Querétaro como parte de su expansión en la Nueva España a finales del siglo XVI. Enviados por el rey de España y con el apoyo de donantes como el señor Villaseca, establecieron misiones y colegios, contribuyendo significativamente a la educación y evangelización de la región.

La llegada de los jesuitas a Querétaro se enmarca en un contexto más amplio de la expansión de la Compañía de Jesús en América. En 1572, un grupo de 15 jesuitas llegó a México, enviados por San Francisco de Borja, el tercer superior general de la orden. Posteriormente, establecieron la provincia jesuítica de México y comenzaron a extender su influencia a diversas regiones, incluyendo Querétaro.

La historia de los jesuitas ha sido múltiples veces contada en los últimos años, especialmente desde que Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido como el papa Francisco, asumió el poder de la Iglesia Católica en 2013, al convertirse en el primer miembro de dicha congregación en ostentar el título.

De acuerdo a la información que ofrece el sitio de internet oficial, la Compañía de Jesús -el nombre original- es una orden de sacerdotes y hermanos “fundada hace medio milenio” por Ignacio de Loyola, quien fue canonizado en 1622 por el papa Gregorio XV.

300 años de la llegada de los jesuitas a Querétaro

La influencia de los jesuitas en Querétaro se manifiesta en la arquitectura, la educación y las tradiciones locales. La ciudad de Querétaro, con su centro histórico bien conservado, es un ejemplo de la influencia de la colonización española y de la presencia de órdenes religiosas como los jesuitas.

En Cadereyta de Montes, la presencia jesuita se manifestó principalmente a través de la fundación de la villa y la influencia en la vida religiosa y cultural de la zona, aunque su presencia directa fue interrumpida. Los jesuitas, junto con otras órdenes religiosas como los franciscanos y dominicos, contribuyeron al desarrollo artístico y religioso de la región, pero la actividad jesuita se vio interrumpida a finales del siglo XVIII.

La presencia de jesuitas en la Sierra Gorda de Querétaro fue significativa, especialmente en la primera etapa de evangelización de la región. Aunque las misiones más conocidas y declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO son franciscanas, los jesuitas sentaron las bases y realizaron una labor importante en la zona antes de su expulsión en 1767.

Es importante decir que los jesuitas fueron los primeros en establecer misiones en la Sierra Gorda, comenzando a finales del siglo XVII. Entre las misiones jesuitas más importantes se encontraban las de San Buenaventura Maconí, San Nicolás Tolentino de Ranas, Nuestra Señora de Guadalupe Deconí y San Juan Bautista de Tetla.

300 años de la llegada de los jesuitas a Querétaro
La labor misional más destacada tiene que ver con que los jesuitas se dedicaron a la conversión de los indígenas, la enseñanza de la agricultura y otras habilidades, así como a la construcción de iglesias y centros de evangelización.
´Pero no todo fue “miel sobre hojuelas” en 1767 se registró la expulsión de la orden de los jesuitas de todos los territorios españoles, esto afectó a la Sierra Gorda, donde tuvieron que abandonar sus misiones. Dada esta situación, los franciscanos asumieron la labor misional en la región, aunque reconocieron la gran obra realizada previamente por los jesuitas.