En un hecho sin precedentes para la conservación ambiental en Mesoamérica, los gobiernos de México, Guatemala y Belice firmaron un convenio para establecer el ‘Corredor Biocultural de la Selva Maya’; iniciativa trinacional que busca preservar más de 5 millones 700 mil hectáreas de selva tropical, hogar de miles de especies y comunidades indígenas.
La ceremonia fue en la frontera de los tres países, con la presencia de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, el presidente guatemalteco Bernardo Arévalo y el primer ministro beliceño John Briceño, quienes destacaron el valor ecológico, cultural y estratégico de esta región compartida.
Un Corredor para la Vida
El espacio integrará 50 áreas naturales protegidas distribuidas entre los tres países, y busca garantizar la conectividad ecológica de la región, proteger especies en peligro como el jaguar, el tapir y la guacamaya roja, y fortalecer el papel de las comunidades locales en la gestión sostenible del territorio.
Además, se anunció la expansión del programa Sembrando Vida hacia Guatemala y Belice, con el objetivo de regenerar suelos, frenar la deforestación y mejorar las condiciones de vida rural.
Entre los acuerdos destacan:
+Coordinación en el combate a incendios forestales y tala ilegal
+Promoción del turismo ecológico y cultural
+Creación del Día de la Gran Selva Maya (15 de agosto)
+Establecimiento del Premio al Mérito en Conservación
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo dijo: “Protegiendo la Gran Selva Maya, protegemos la vida y la diversidad, y honramos la historia para proteger el futuro”.
El corredor biocultural no solo representa una apuesta ambiental, significa también, también un símbolo de cooperación regional en tiempos de urgencia climática.
La Selva Maya, considerada el segundo pulmón verde más importante del continente, se convierte en un emblema de esperanza y resiliencia compartida.